El concepto de sanación holística se originó hace casi 5000 años en china e india. Los sanadores en aquel entonces promovían vivir un estilo de vida saludable en armonía con la naturaleza y todo lo que nos rodea. Aunque este concepto ha existido por miles de años, el término “holístico” no fue acuñado sino hasta 1926 por el filósofo surafricano, Jan Smuts.[1] Pasarían otros 50 años hasta que la gente empezara a tomar la idea de la sanación holística seriamente. Incluso hoy, algunas personas aún son escépticas ya que la medicina moderna occidental se enfoca primariamente en tratar síntomas.[2] Por su parte, la salud holística se enfoca en ayudar al cuerpo, la mente y el espíritu como un todo, con la sanación y el bienestar total como la meta primaria de este enfoque.
Nadie conoce tu cuerpo como tú. Por eso es imperativo que te tomes el tiempo de evaluar tu propia salud, incluyendo las conexiones entre cualquier condición física y tu estado mental o emocional.
Salud física
Si bien muchos aspectos de la salud física necesitan atención, tres de los más importantes serían la nutrición, el ejercicio, y el sueño.
No existe una “recomendación universal” cuando se trata de nutrición, sin embargo, algunas prácticas generales pueden permitirnos crear hábitos más sostenibles en el largo plazo. El departamento de agricultura de los Estados Unidos recomienda que, durante las comidas, los adultos llenen la mitad de sus platos con frutas y vegetales.[3] En 2013, la CDC reporto que el 76% de los adultos estadounidenses no seguían las recomendaciones de la ingesta diaria de frutas. Un porcentaje aun mayor no cumplió con la recomendación de la ingesta diaria de vegetales.[4] Las dietas populares y los programas de perdida rápida de peso no son la mejor manera de empezar. En su lugar, para mejorar tu nutrición, de una manera más realista y sostenible, se recomienda consumir una gran variedad de alimentos frescos para obtener los nutrientes que tu cuerpo necesita, y siempre prestando atención al tamaño de las porciones. Enforcarse en el bienestar a largo plazo también es una meta más beneficiosa que te puede ayudar a que los cambios del estilo de vida sean más duraderos.
El ejercicio es otro elemento crucial de la salud física. Los investigadores recomiendan 30 minutos diarios de actividad física moderada.[5] Ejercitarse regularmente está asociado a una mejor salud cardiaca, y te puede ayudar como medida protectora contra ciertos tipos de cáncer. Encuentra un tipo de actividad física que sea adecuado para ti—desde cardio hasta yoga, realízalo de manera individual o grupal. Cualquier actividad que puedas realizar de manera segura es mejor que no realizar ninguna.
La salud física también depende en gran parte del sueño. En un estudio reciente La Fundación Nacional del Sueño (The National Sleep Foundation) descubrió que los adultos entre 18 y 64 años necesitan entre siete y nueve horas de sueño por noche.[6] Presta atención a tu estado de ánimo y niveles de energía después de una noche de mal dormir comparado a una de buen dormir. Piensa en el sueño como una tarea de cuidado personal que debe ser lograda, no como algo que puedes escatimar.
Cuando analices tu salud física hazte preguntas. ¿Cuándo te has sentido en tu mejor condición física? ¿Qué cambios en tu estilo de vida han sucedido desde ese entonces? Aunque tus necesidades puedan ser diferentes a las de los demás, priorizar la nutrición, el ejercicio, y el sueño son esenciales para el bienestar a largo plazo.
Salud emocional
Nuestra sociedad está plagada de estrés—en el trabajo, en la casa, en todos lados. Reducir tus niveles de estrés puede parecer una misión imposible; sin embargo, es necesario para tu estado de salud emocional. El Instituto Nacional de la Salud (The National Institute of Health) recomienda practicar regularmente métodos de relajación en casa.[7] Tomarse tiempo para uno mismo puede ayudar a alejarnos de situaciones tensas y a procesar mejor nuestras emociones.
Canalizar pensamientos positivos es otra manera de mejorar tu salud emocional. La Clínica Mayo incluso relaciona los pensamientos positivos con un incremento en la longevidad, menores tasas de depresión, y una mejor salud cardiovascular. [8] Afortunadamente, aun si tú eres conocido como una “nube negra” te puedes entrenar a ti mismo para transformar los pensamientos negativos en ideas positivas. En lugar de pensar “nunca he hecho esto antes, y no podré hacerlo” modifica ese pensamiento a “nunca he hecho esto antes, lo cual significa que tengo la oportunidad de aprender algo nuevo.” Recuerda, la habilidad de desarrollar pensamientos positivos toma tiempo y esfuerzo. Estas trabajando en crear un nuevo hábito y los hábitos no se construyen en un día.
La salud emocional necesita convertirse en una de tus prioridades. Cuando vives en un estado de estrés o negatividad, esto puede afectar tu funcionamiento diario. Crea un espacio para la autorreflexión. Tomate un tiempo para meditar, aun si te sientes un poco fuera de lugar al hacerlo. Se completamente consciente de cómo te estas sintiendo y de cómo esto está ligado a tus pensamientos, estados de ánimo, y comportamientos. Mientras más estable este tu salud emocional, mejor preparado estarás para manejar el estrés que la vida puede traer. Si necesitas terapia o asesoría de salud mental, no dudes en contactar a algún terapeuta o a tu proveedor de salud.
Salud espiritual
Este aspecto de la salud holística lucirá muy diferente de una persona a otra. La salud espiritual no siempre está relacionada a una religión o sistema de creencias específico. La espiritualidad se refiere al sentimiento de tener un propósito, una dirección y un sentido profundo en la vida.[9] Para promover tu espiritualidad, dedica un pequeño espacio de cada día a ti mismo, libre de distracciones, interrupciones, y actividades que distraigan tu atención. La meditación y relajación son unas muy buenas herramientas. El Instituto Nacional de la Salud (The National Institute of Health) recomienda aprender técnicas de respiración para aumentar la conciencia del momento presente. Trata de inhalar por tu nariz durante cuatro segundos, aguanta la respiración por un segundo, y luego exhala por la boca durante cinco segundos.[10] Si aprendemos a relajarnos esto crea un espacio para la autorreflexión y la intención.
Reflexionar acerca de tus propios valores también es un paso para tu salud espiritual. Trata de tener un diario personal y escribe los tres valores más importantes en tu vida. Revísalo regularmente como herramienta para mantener los pies en la tierra e incrementar tu sentido de propósito en la vida.
Salud intelectual
La salud intelectual puede parecer un concepto abstracto. Sin embargo, mantener tu mente activa de manera consistente es crucial para tu bienestar general. Es increíblemente fácil que tus habilidades mentales se queden estancadas. Las actividades de la vida diaria, como cuidar a los niños, cocinar, manejar al trabajo, y pagar las cuentas, pueden drenarte física y emocionalmente.
Una manera de estimular tu intelecto seria unirte a un grupo de lectura o visitar la biblioteca local. Leer un libro al final de un largo día puede que no suene muy interesante, pero tener un compañero o un grupo a quien rendir cuentas puede servir como un empuje extra de motivación. Si tienes muy poco tiempo libre en tu día, puedes escuchar un podcast interesante mientras manejas al trabajo o mientras lavas los platos.
Muchos adultos se inscriben en clases de educación continua en los colegios comunitarios o universidades. El ambiente de estar en un salón de clases puede mantener tu cerebro al día, al estimularte a pensar y darte conocimientos que de otra manera no hubieras adquirido. Si estas muy ocupado para asistir a clases, considera tomar un curso en línea.
Actividades como los rompecabezas, el sudoku, o los juegos de estrategia también te pueden ayudar. Potenciar tus capacidades mentales, practicar el pensamiento crítico y enfrentarte a conceptos desafiantes puede permitirte acceder plenamente tu capacidad intelectual.
Conclusión
La Asociación Americana de Salud Holística afirma: "La salud holística es en realidad un estilo de vida y hace especial énfasis en la conexión entre la mente, el cuerpo y el espíritu. El objetivo es alcanzar el máximo bienestar, donde todo funcione lo mejor posible.” [11] La sanación holística te permite ver tu cuerpo como un organismo interconectado. Si algo falla en tu salud física, también pueden verse afectadas tus emociones y tu salud mental por lo que es de suma importancia que dediques tiempo a evaluar todos los aspectos de tu salud.
En Trinity School of Natural Health, nos dedicamos a educar sobre el bienestar y la salud holística. Ya sea que desees aprender sobre el ejercicio y la nutrición o participar en clases para mantener tu agilidad mental, nosotros estamos aquí para proporcionarte todas las herramientas que necesitas para alcanzar el éxito. Si usted está interesado en aprender más acerca de la salud natural y formar parte de nuestros programas en línea, visite nuestro sitio web en: https://spanish.trinityschool.org/
1. https://www.amcollege.edu/blog/the-essential-elements-that-define-holistic-health
2. https://ahha.org/selfhelp-articles/holistic-health/
3. https://www.fns.usda.gov/cnpp/dietary-guidelines-americans
4. https://www.cdc.gov/media/releases/2017/p1116-fruit-vegetable-consumption.html
5. https://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/fitness/expert-answers/exercise/faq-20057916
6. https://www.sleepfoundation.org/articles/how-much-sleep-do-we-really-need
7. https://www.nih.gov/health-information/emotional-wellness-toolkit
9. https://askthescientists.com/pillars-of-wellness/
10. https://www.nih.gov/health-information/emotional-wellness-toolkit